Reflexión del Evangelio del P. José Luis Riberi

La Palabra de Dios nos dice este Domingo:
“Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo”(Lc 14,26). Sería totalmente equivocado pensar que este amor por Cristo está en “competencia” con los amores humanos más nobles y legítimos. Cristo no es “un rival en el amor”, ni tiene celos de nadie. El amor por Cristo no excluye los demás amores, sino que LOS ORDENA. Cuando Jesús es amado por encima de todo y de todos, los amores más legítimos adquieren otra dimensión. Desde el amor a Cristo se AMA DE OTRA MANERA al cónyuge y los hijos, a los padres y los hermanos!!. Feliz Domingo!!!

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